¿Qué es la sextorsión? Simplificando podemos definir el concepto como una especie de chantaje en el que el «chantajista» amenaza con hacer públicas imágenes o vídeos de una persona a menos que esta realice un pago a cambio, le envíe nuevas imágenes o incluso favores sexuales.

          También se produce sextorsión cuando el chantajista amenaza con perjudicar a nuestros familiares o amigos utilizando información que haya obtenido de sus dispositivos electrónicos, a no ser que la persona chantajeada cumpla con sus demandas.

          ¿Dónde comienza la sextorsión? Este delito puede comenzar en cualquier sitio, aplicación o juego donde las personas se reúnan y se comuniquen. En algunos casos, el primer contacto del extorsionador será una amenaza. El chantajista puede afirmar que ya tiene en su poder una foto o video explícito que compartirá si la víctima no envía más fotos o vídeos.

          ¿Qué estrategias utilizan los ciberdelincuentes? Este delito se puede ejecutar mediante un abanico de posibilidades. Al hilo de lo manifestado, no cabe duda de la vulnerabilidad a la que se enfrentan las víctimas de este delito cuando sus fotos o vídeos son utilizados en su contra. Sirvan de ejemplo los siguientes escenarios:

          i) Sextorsión por correo electrónico: En este caso a través del email se amenaza con hacer públicos vídeos o fotos de carácter sexual a no ser que se envíe dinero o se realicen actos de contenido sexual.

          ii) Sextorsión a través de redes sociales: El uso generalizado de redes sociales propicia este escenario, en el que el chantajista coaccionará a la víctima para que envíe fotografías, se desnude ante la cámara, o cualesquiera otras peticiones con carga sexual. A posteriori el chantajista utilizará las imágenes y vídeos obtenidos como medio de chantaje.

          iii) Sextorsión a través de cuentas hackeadas: En este caso se trata de alguien que tiene en su poder fotos o vídeos que la víctima ha subido o almacenado en las redes sociales o aplicaciones de chat.

          ¿Qué debemos hacer si pensamos que estamos siendo objeto de chantaje sexual? En primer lugar no acceder a sus demandas; en segundo, denunciar los hechos a la policía; en tercero, dejar de interactuar con el chantajista; en cuarto, no borrar nada, es el medio de prueba con el que se cuenta, en quinto, acudir a un abogado experto en sextorsión o chantajes sexuales.

          ¿Cómo podemos protegernos? La seguridad total no existe, no obstante podemos prestar atención a las siguientes recomendaciones:

          i) Hay que ser selectivo con lo que se comparte en línea. Si las cuentas de redes sociales están abiertas para todos, un extorsionador o depredador puede descubrir mucha información.

          ii) Hay que prestar atención a cualquier persona que se encuentre por primera vez en línea. Una buena opción es bloquear o ignorar los mensajes de extraños.

          iii) Se debe considerar que las personas pueden fingir ser cualquier cosa o cualquier persona en línea. Los videos y las fotos no son prueba de que una persona sea quien dice ser.

          iv) Se debe sospechar si se conoce a alguien en un juego o aplicación y a continuación se solicita que se comience a hablar con él en una plataforma diferente.

          v) Debemos ser conscientes que cualquier contenido que se cree en línea, ya sea un mensaje de texto, una foto o un video, puede hacerse público. Y una vez enviado, se pierde el control sobre el siguiente destino.

Por todo ello, desde Guerra Bermúdez Abogados, como despacho especializado en Derecho Penal podemos asesorarle y acompañarle en cualquier situación que se le plantee en cualquier punto de España.

   CONSÚLTENOS, y un abogado experto en Derecho Penal le atenderá en nuestras oficinas en Madrid. O bien llámenos al teléfono 91 308 86 41.